Ser parte del proyecto el arte de convivir ha sido volver a conectarme con mi corazón a través de los corazones de los niños con los que he compartido cuentos, música, obras de teatro y dibujos. Esta conexión me ha llevado a la sanación interna de mi ser al ver cómo los niños y las niñas sonríen al llevarles este bello proyecto a sus comunidades. Me ha devuelto la capacidad de sorprenderme que había dejado en el camino de mi vida. Gracias porque comprendí el por qué «Educadores somos todos».
Carolina Huerta
Coordinadora del programa académico
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