El violinista Ara Malikian promueve “El Arte de Convivir”

Con motivo de la inauguración del programa cultural El arte de convivir: ante la violencia, actúa dirigido a las escuelas públicas y a los tutelares de la Ciudad de México, que lidera la asociación civil, Educadores Somos Todos, se ofreció un concierto didáctico que fue dirigido a los niños de albergues y escuelas de los polígonos de violencia de nuestra ciudad, encabezado por el multipremiado violinista de origen libanés Ara Malikian.

“Estoy muy feliz y orgullosa de presentar este programa porque iniciamos desde los centros culturales educativos un discurso reflexivo y crítico sobre las repercusiones tan directas que tiene la cultura y la educación en la violencia que padecemos hoy en día”, dijo Silvia Garza, presidenta de la asociación.

La música ha sido un medio de conexión entre el cosmos y el ser humano, que ha propiciado vínculos sociocomunitarios y culturales, así como un recurso para la sanación corporal y espiritual, y precisamente con este concierto titulado Mis primeras cuatro estaciones, Malikian alcanzó esos objetivos, además logró un fortalecimiento del cuerpo y alegría del espíritu con la transformación interior.

“En Educadores Somos Todos, creemos que las escuelas deben dar a las humanidades y a las artes un sitio central en los planes de estudio ya que la música y el arte puede mejorar la calidad de vida, entrando en el alma de las personas y eso es como si se abriera una puerta de esperanza de vida para muchos niños, gracias Ara por ser esa puerta”, afirmó Garza.

El violinista presentó un espectáculo de gran trascendencia formativa para los niños que se basa en el famoso ciclo de conciertos para violín Las cuatro estaciones del compositor italiano Antonio Vivaldi, considerado uno de los máximos representantes de la música barroca.

“Estoy muy feliz de estar con ustedes en este escenario tan importante, lo que acaban de ver es solo el inicio de una gran historia de la música que seguirá dando alegría, y mi principal objetivo es compartirles mi música y corazón”, mencionó el músico, después de su primera interpretación.

Ara en compañía de sus músicos y la narradora Marisol Rozo, hizo viajar a los presentes de arpegio en arpegio y de pizzicato en pizzicato a paisajes naturales logrando un gran contraste de emociones.